¿Cuántas veces has oído que la cerveza es capaz de engañar a tu estómago y quitarte el hambre? Esa historia de que, en la antigüedad, muchas personas se alimentaban con cerveza es muy popular y tiene una base científica.

La cerveza tiene hidratos de carbono, etanol, proteínas y aminoácidos, minerales, ácidos orgánicos, vitaminas, compuestos fenólicos, componentes amargos procedentes del lúpulo y derivados, aceites esenciales y derivados, purinas, compuestos alcohólicos y aminas biogénicas. En resumen: toda esta combinación es capaz de nutrirnos. Incluso con alcohol en su formulación, su consumo moderado tiene efectos positivos para elorganismo porque aumenta el colesterol asociado a las lipoproteínas de alta densidad (HDL), reduciendo los riesgos de enfermedades cardiovasculares y accidentes.

La web Quo afirma que a partir de 2020 será obligatorio que los envases de cerveza en Estados Unidos señalen los valores nutricionales de la bebida, algo que ya vemos en las bebidas sin alcohol y en todos los alimentos comercializados oficialmente.

Según el Centro Médico de la Universidad de Maryland, la cerveza contiene importantes minerales y vitaminas y, por ello, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) -organismo encargado de publicar los valores nutricionales de alimentos y bebidas- ya ha definido lo que veremos en la etiqueta cuando compremos una botella o una lata de cerveza.

Porque es una bebida natural Su contenido en alcohol es bajo y una lata pequeña contiene pocas calorías (unas 42 kcal), menos que un vaso de zumo de manzana o leche - y la cerveza tiene la ventaja de no contener azúcar ni grasa en su composición ¡Además, funciona como diurético (por el potasio)!

Aun así, hay que recordar que el consumo excesivo de alcohol provoca innumerables problemas físicos y psicológicos, como trastornos hepáticos, pancreáticos, cardiovasculares, del sistema nervioso y digestivos.

Algunas diferencias también son notables y significativas cuando se comparan las cervezas claras y oscuras: las cervezas claras, por ejemplo, no tienen cafeína, azúcar, vitaminas A, D ni C, y no ofrecen ningún tipo de ácido graso. Sin embargo, sí tienen un alto contenido en minerales y vitaminas del complejo B.

El silicio, uno de los minerales más importantes presentes en la cerveza, favorece los procesos de formación ósea. Un estudio, realizado por la Universidad de Tufts y compartido en Brasil por el portal Yahoo, afirma que dos latas de cerveza contribuyen a mejorar la densidad ósea. Pero, de nuevo, el límite es importante: el mismo estudio demuestra que quienes beben demasiado tienen una menordensidad ósea.

La cerveza (sin alcohol) también es muy recomendable para los deportistas debido a las maltodextrinas, hidratos de carbono que se metabolizan más lentamente y liberan poco a poco unidades de glucosa en la sangre.

Esto ayuda al organismo a no producir un pico elevado y puntual de glucosa en sangre, evitando episodios de hiperglucemia e hipoglucemia.

¿Quieres saber cuál es el "consumo moderado" recomendado? ¡Lo ideal es beber 500 ml al día! Para las mujeres, la cantidad recomendada es de 330 ml al día.