Hace más de 60 años salió a la venta la primera edición del libro Casino Royale, del escritor británico Ian Fleming, que dio a conocer al mundo a James Bond, un personaje que aún hoy es influencia y referencia en el cine y la literatura.

Hoy, tras 24 películas e innumerables contextos diferentes, siete actores han dado vida al agente secreto. Puede que usted tenga su Bond favorito, pero hay una característica presente en todas las interpretaciones de 007 hasta la fecha: la confianza.

Si al ver cualquier película de la franquicia se siente entusiasmado y admirado por la seguridad que posee James Bond -no sólo durante una pelea o un diálogo con un enemigo, sino también a la hora de conquistar a una mujer-, sepa que actuar como él no es necesariamente tan difícil:

La experiencia es la base de la confianza

Si Bond puede reírse de una escena de tortura, como la famosa secuencia contra Le Chiffre en Casino Royale, es porque no sólo ha luchado lo suficiente como para saber cómo acabará esa historia, sino que también ha visto lo suficiente como para que no le importe.

James Bond tiene una misión y su objetivo es completarla. Probablemente usted no tenga la misma experiencia en salvar el mundo o derrotar terroristas, pero siempre puede fingir que la tiene hasta que se lo crea sinceramente.

Cuando, por ejemplo, no le importan los competidores por la misma vacante, sino que se centra en labrarse su propio espacio, es probable que su camino hacia él tenga más éxito.

Aterrorízate hasta que dejes de tener miedo

El miedo es el peor enemigo de la confianza, eso es obvio. Pero, ¿cómo vencerlo? Enfrentarse al miedo nunca fue suficiente para James Bond, intimar con él sí lo fue. No tienes que enfrentarte al cañón de un revólver cada martes para ser amigo del miedo, pero puedes pedirle a esa mujer una cita el próximo viernes por la noche.

El primero dijo que no, pero eso no debe asustarte. Después de un tiempo no tendrás miedo al no o, mejor aún, no te disgustará.

Pretende ser

Innumerables charlas motivacionales funcionan con el mismo discurso: lo que realmente importa es cómo te comportas ante los retos y no necesariamente cómo te sientes al afrontarlos. Sin embargo, nadie demuestra tan bien esta actitud como 007.

Ser envenenado y enfrentarse a la muerte de frente no es divertido, pero tampoco lo es dejar que el enemigo vea tu vulnerabilidad. Así que mantén la calma incluso cuando estés desesperado por dentro.

Nunca digas cosas como: "Sé que llevo poco tiempo en la empresa, pero...", o "Prometo que mis resultados serán aún mejores". Al contrario, presenta tus victorias y logros.

Las posturas poderosas y seguras, incluido el lenguaje corporal, han demostrado su eficacia en estudios realizados por universidades, por lo que son una táctica utilizada en la formación de profesionales de todo el mundo.

Confía, pero no bajes la guardia

La confianza de James Bond es un arma y, como cualquier arma, debes manejarla con cuidado para no perderla de vista. En manos del enemigo, puede dispararte, así que no sobrecargues tu ego ni bajes la guardia confiando demasiado en alguna actitud. En resumen: no seas arrogante.

Trata a tu adversario de igual a igual y sabe reconocer quiénes son tus enemigos. Tu jefe, por ejemplo, no siempre es uno de ellos. La mujer que te interesa, mucho menos. Trátala con respeto, siempre. El éxito de James Bond con ellas, por ejemplo, se debe a que nunca las culpa de su posible falta de éxito. Esto sucede porque Bond nunca ve un no como un fracaso y, por tanto, no ve lamujer como alguien que le ha derrotado.

Al fin y al cabo, en contra de lo que dicen, la conquista no es una batalla, y la mujer no tiene ninguna obligación de jugar de tu lado. Si el ego de 007 fuera mayor, su forma de tratar a las mujeres se acercaría a la arrogancia y entonces no sería James Bond.

Así que, deberes para casa: ver las películas de 007 y, en ellas, intentar ver que el éxito no está en sentirse superior o mejor que otro, sino en tener la confianza de saber que por muy bueno que sea el enemigo, no hay que tenerle miedo.