"Terminar una relación nunca es fácil, es como llegar al final de un libro que podría tener una continuación maravillosa, pero no la tiene" - Gabriela Freitas

A mí me pasó. Casi al final de una relación con una chica, intenté un último y desesperado intento de seguir juntos. En medio de una conversación le dije: "Pero yo te quiero y sé que tú me quieres".

Fue entonces cuando dijo: "El amor por sí solo no basta".

Esa simple frase, que va en contra de todo lo que creen los románticos, tuvo todo el sentido del mundo para mí. Y en ese momento supe que esa relación se había acabado para siempre.

Es cierto que nos queríamos, pero todo lo demás era una mierda. No me gustaban sus amigos, las peleas eran constantes y algo en nuestra rutina ya no nos unía.

Hoy, cada vez más, comprendo que aunque el amor es un sentimiento muy fuerte, no basta para mantener una relación firme y constante.

Cuando un matrimonio sólo estaba sujeto a que el hombre hiciera la propuesta y ella dijera que sí, era fácil. Hoy, en una sociedad más justa e igualitaria, las variables son muchas.

Empiezo con preguntas más sencillas. ¿Quieren casarse o simplemente hacer las cosas juntos y vivir juntos? En algunos casos, la respuesta puede no ser ninguna de las dos cosas. Conozco a varias parejas que llevan años juntas y viven en casas separadas.

Otro agravante, ¿ambas partes quieren tener hijos? Si tú quieres y ella no, ¿merece la pena desechar tal plan para mantener viva la relación?

O no sé, tú has ahorrado suficiente dinero para viajar por el mundo, pero ella quiere quedarse aquí y labrarse una carrera. ¿Renunciarías a tus sueños por otra persona?

El amor por sí solo no basta, los planes de ambos también deben coincidir.

Fuera del ámbito de las cosas prácticas, también hay otros sentimientos tan necesarios como el amor en una relación. Paciencia, compañerismo, respeto, comprensión, amistad, calentura...

Es muy posible que ames a la otra persona y, sin embargo, tengas una relación de mierda basada en los celos, el abuso, la traición o la falta de respeto.

Si una relación fuera una casa, el amor sería los cimientos. Pero toda casa necesita paredes, tejado, suelos y un montón de cosas más para ser habitable.

Así que creo que enamorarse es la parte fácil. La parte difícil es encontrar razones para seguir juntos.

Pero intento no ser pesimista al respecto. Parte de madurar es comprender que no todo es para siempre y que no porque algo haya salido mal significa el fin de tu vida.

Lo cierto es que puedes enamorarte una o mil veces, pero sólo funcionará de verdad cuando el amor sea la puerta para entrar en una relación en la que te sientas a gusto, completo y feliz.