Cuando pensamos en muscle cars que han hecho historia en el cine, nos viene a la cabeza el V8 Interceptor de "Mad Max". Con un diseño cuanto menos diferente, el vehículo de la película de 1979 no es de los más bonitos, pero también tiene su importancia en la gran pantalla y aún perdura en la memoria de los cinéfilos aficionados a los coches.

Esas pantallas en los faros, el soplador en el capó, el kit aerodinámico, los dos alerones (trasero y de techo)... Todas estas características son modificaciones realizadas sobre un Ford Falcon XB GT 351 de 1973 que "nació" en color blanco.

Este Ford Falcon era un modelo fabricado exclusivamente para el mercado australiano: George Miller es de allí y Mel Gibson tiene nacionalidad australiana, lo que explica muchas cosas sobre el origen de la película. El modelo original utilizado en la película tenía un motor V8 de 5,8 litros y 300 CV. El frontal fue modificado por un ex empleado de Ford y el vehículo fue comprado por los productores de Mad Max con el kit.

Para la película, el Falcon recibió pintura negra con detalles mate y otra buena parte brillante. Los neumáticos y las ruedas (de acero) son más grandes que los originales, además de añadirse salidas de escape en los laterales. El soplador, en realidad, es sólo un elemento decorativo, ya que no funcionaba.

Con esto, los 600 CV que tiene el coche en Mad Max tampoco son ciertos, ya que para eso tendría que funcionar el soplador del Pursuit Special (otro nombre para el Interceptor). Este soplador fue retirado tras el rodaje de la primera película para hacer una gira de presentación por Australia. Poco después el vehículo fue vendido.

Sin embargo, para el rodaje de "Mad Max 2: El guerrero de la carretera" fue recomprado y sería destruido en la película. Presenta algunas diferencias en la rueda trasera y tiene dos depósitos de gasolina en la parte trasera.

Tras el rodaje de la segunda película, el coche fue vendido a un desguace junto con otras piezas y objetos de la producción. Fue restaurado aún durante los años 80 e incluso estuvo expuesto durante algunos años en un museo de Inglaterra. Actualmente se encuentra en el Dezer Car Museum, en Miamo, Estados Unidos.

Aun así, el Interceptor aparecería en la nueva película de la franquicia, "Mad Max: Fury Road", ya que según George Miller la historia no es necesariamente una secuela de "Mad Max 3: Más allá de la cúpula del trueno". En esta cuarta película, de 2015, vuelve a ser destruido. En palabras del director, el coche utilizado era una especie de "híbrido, con restos del pasado juntados".