Mientras unos quieren disfrutar de la soltería, otros sueñan con tener novia y compartir la vida con alguien. El problema es cuando los que quieren estar con una sola persona no encuentran a alguien que quiera lo mismo.

El deseo de salir con alguien parece cada vez mayor, pero en la ansiedad parece disminuir la posibilidad de encontrar a alguien que satisfaga ese deseo. ¿Siente la gente desesperación y huye? ¿O es la desesperación la que hace que todo parezca más difícil?

Siempre oímos el himno "las mejores cosas ocurren cuando menos las esperamos", pero es difícil creerlo cuando nada parece demostrar la veracidad de este discurso. Entonces, ¿por qué lo repite tanta gente? Agárrese a la silla: porque es verdad.

Las mejores cosas ocurren cuando menos las esperamos, no por una disposición del universo o un poder sobrenatural, sino por nuestra perspectiva del tiempo y los acontecimientos. Cuando dejamos de buscar y de preocuparnos, sólo nos damos cuenta de lo que buscábamos antes cuando por fin lo encontramos. En otras palabras: toda la angustia generada por la búsqueda desaparece y el tiempo parece pasar más deprisa hasta queencontramos lo que queremos.

Mientras tanto, cuídate. Estudia, invierte en el deporte que te gusta, haz alguna actividad física, vuelve a leer, haz ejercicio, viaja, enriquece tu bagaje cultural y conviértete en alguien aún más interesante, no para los demás, sino para ti. Trabaja, busca el empleo con el que sueñas o consigue algo de dinero para cumplir otros deseos.

Cuando nos sentimos bien con nuestro propio cuerpo, los demás se sienten bien a nuestro alrededor.

Por ejemplo: has ido a un club y has conocido a una chica guapa, interesante y atractiva y, en lugar de disfrutar del club y divertirte con ella, cambias tu enfoque a un juego de conquista y te olvidas de vivir.

Puede que incluso seas capaz de salir con ella otras veces y puede que hasta puedas quedar con ella esa noche, pero en la urgencia de intentar tener una cita, puede que la alejes porque dejaste de mostrar quién eres y empezaste a mostrar sólo quién eres cuando quieres tener una cita.

Por supuesto, necesitas equilibrio y la conquista sólo funciona cuando muestras interés, pero no puedes perder tu personalidad en el proceso. Así que deja claro con actitudes que quieres algo más serio, pero asegúrate de mostrarle quién eres.

La conquista funciona cuando demuestras que tu personalidad puede aportar algo nuevo y añadir cosas buenas en la vida de la otra persona. A menudo, cuando alguien se esfuerza demasiado por ligar acaba forzando los clichés y convirtiéndose en alguien superficial, estándar, como todo el mundo.

Así que olvídate por un rato de la urgencia de las citas y céntrate en convertirte cada vez más en la mejor versión de ti mismo y, por supuesto, en mostrárselo al mundo. El resto es consecuencia y la sabiduría popular tiene razón: las mejores cosas ocurren cuando no las estás viendo.